Cuentos de Las mil y una noches

Las mil y una noches​ es una recopilación de cuentos tradicionales del Oriente Medio originalmente escritos en lengua árabe utilizando una técnica conocida como narración enmarcada, una historia principal que incluye en ella varios relatos diferentes.

La narración principal de Las mil y una noches cuenta la historia de un sultán que decide casarse cada día con una mujer distinta, y asesinarla por la noche. Las muertes se suceden una tras otra hasta llegar el turno de Sherezade, una mujer muy inteligente que decide llevar adelante un plan para aplazar su muerte. El plan consiste en captar la atención del sultán noche tras noche con historias de Oriente que se han contado durante siglos. Sherezade deja cada noche la historia incompleta, evitando que el sultán la asesine y se pierda así su final.

Entre los relatos más sorprendentes que cuenta Sherezade encontraremos el de Aladino y la lámpara mágica, el de Simbad el marino y el de Alí Babá y los cuarenta ladrones. Estas historias han sido adaptadas muchas veces en películas y cuentos ilustrados para llegar a los niños y adolescentes en todos los países de Occidente, debido a su contenido lleno de aventuras y fantasía. En esta ocasión les traemos estas tres historias como parte de la colección Fontana.

En Aladino y la lámpara mágica nos encontramos con la historia de un joven pobre que es reclutado por un brujo malvado, para que le ayude a recuperar una lámpara de aceite de una cueva mágica. Aladino encuentra la lámpara y descubre que puede invocar con ella a un genio que está obligado a servirle. Con su ayuda Aladino se hace rico y poderoso y se casa con la princesa Badroulbadour.

Esta historia se encuadra entre las muy frecuentes fábulas donde algún poderoso embaucador intenta engañar a alguien de condición más modesta, y termina siendo embaucado. Es también una historia clásica del pasaje de la pobreza a la riqueza por medios siempre excepcionales.

En la historia de Simbad el marino nos encontramos con un hombre muy joven y muy pobre que cada día trabaja en la ciudad de Bagdad cargando grandes bultos por unos pocos céntimos.

Nuestro joven personaje se encuentra un día con un anciano que se presenta como Simbad “el marino”. Tocayos y ya entrando en confianza, el anciano le cuenta al joven sobre cómo nació en el seno de una familia adinerada y cómo la mala administración de su riqueza lo llevó a la ruina. Así fue que decidió emprender distintos viajes por el mundo para rehacer su fortuna. Simbad, el rico, le contará a Simbad el pobre la historia de siete viajes maravillosos.

El cuento de Simbad el marino, se encuadra entre los relatos que realzan la existencia de un destino ineludible en la vida de los hombres.

Por último tenemos la historia de Alí Babá. Aquí nos encontramos con un pobre leñador que por casualidad fue testigo de la visita de una banda de cuarenta ladrones al escondite donde guardan sus tesoros. Este escondite cierra sus puertas de forma mágica y sólo las abre cuando sus visitantes enuncian una clave muy conocida por todo nosotros: «Ábrete, Sésamo!».

Alí Babá, que oyó la clave, entra en la cueva cuando los cuarenta ladrones se marchan y se lleva parte del tesoro a su casa.

La historia continúa contando los episodios de desgracia y fortuna en los que se ve envuelto Alí Babá tras comenzar a hacer uso de los tesoros que pudo ir llevándose de la cueva de los ladrones.

En este relato se presentan la idea del bien (representada por Ali babá), el mal (los cuarenta ladrones), la avaricia (representada por Kassim, hermano de Alí Babá quién entra a la cueva para robar algunos tesoros y en su desesperación olvida la clave que abre la puerta mágica) y la astucia (simbolizada en la criada de Alí Babá, Luz de Noche, quién lo salva en reiteradas ocasiones de la muerte). Es una historia atrapante y bastante más cruel de lo que uno pudiera esperar.

Tenemos entonces tres historias que vale la pena leer de primera mano sin ser alteradas por el filtro adaptativo de las historias infantiles. Aladino y la lámpara mágica, Simbad el marino y Ali Babá y los cuarenta ladrones, son una excusa para trasladarnos al medio oriente a través de estas historias donde el hombre se evidencia como un ser frágil y completamente a merced de su destino.

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Esteban Azzara